Tsunami de endorfinas,
Con epicentro en dos corazones,
Que por efecto de la atracción
Acaban distando un palmo,
Y menos.
Catarsis magnética,
Inholora, insabora,
Como el agua,
Pero inestable
Como la nitroglicerina.
Fenómeno que cautiva
Dos mentes, las manos,
Los labios y más allá.
No hay fin del mundo,
Para una pasión en ebullición,
Dos renglones torcidos
Que acaban juntos
En una oración.
Una poesía, un haiku
Y ni tan siquiera llega,
Porque si la pasión
Deviene en amor,
Todo se entrelaza,
Y queda un relato
Bello y siempre con
Espacio para otro párrafo,
Si cabe mejor.
A los que siguen el Camino,
A los que lo crean,
El paraíso es posible
En dos pares de manos unidas.