Hoy vi una hilera de hormigas plañideras que no pararon a llorar por miedo a perder el trabajo, y el sepulcro de tierra en los campos quedo huerfano de lágrimas en esta primavera en silencio.
No habrá trinos ni sentiré la dicha de ver de nuevo a las golondrinas de Alfonsina, aquí todo acabó en campos rociados de tragedia y fantasmas que matar con medicinas, nadie quiere ver el dolor.
La luz no fue negada a pesar de todo, quizás para que vieramos nuestra obra, y la ensordecedora mudez de la no ciudad, había un monólogo terrible de monóxido y silicio en una escena en la que el discurso prosiguió.
Ser valiente es evitar el placer e ir a un entierro, el cielo está en pena, los árboles, los ríos no tienen cantos, todos se ahogaron en los campos, que fueron más allá que los pájaros.
Hubo riadas esta semana, y un poquito más de infierno y un poquito menos de vida, la niña preguntó por los pipis, pusimos dibujos animados.